El Barcelona, atado de pies y manos: Un mercado de fichajes marcado por la asfixia financiera.
El cierre del mercado de fichajes ha dejado al Barcelona con un sabor agridulce. Si bien la incorporación de Dani Olmo fue un acierto, las carencias del equipo siguen siendo evidentes. La imposibilidad de cumplir con la regla del fair play financiero ha limitado drásticamente las opciones de refuerzo del club culé.
La directiva del Barcelona, encabezada por Joan Laporta, había prometido a la afición un mercado de fichajes ambicioso, con la llegada de grandes nombres. Sin embargo, las promesas quedaron en el aire. A pesar de las negociaciones con Nike y la búsqueda de un patrocinador para cubrir el impago de Libero, el club no logró obtener los ingresos necesarios para cumplir con la regla del 1:1.
Nico Williams, Federico Chiesa y Rafael Leao, fueron nombres que circularon por los pasillos de la Ciudad Deportiva Joan Gamper, pero nunca estuvieron cerca de arribar realmente.
Un mercado limitado
La falta de liquidez ha obligado al Barcelona a operar con restricciones. La salida de jugadores como Gündogan ha permitido inscribir a Olmo, pero el margen de maniobra sigue siendo muy limitado. El club ha tenido que descartar la incorporación de otros jugadores que eran necesarios para reforzar la plantilla, como un extremo izquierdo, un pivote defensivo y un lateral izquierdo.
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