Ante la falta de acuerdos comerciales y por los derechos de televisación, habría claro riesgo de que el proyecto no pueda llevarse a cabo.
La FIFA afronta dos problemas puntuales que, según La Gazzetta dello Sport, ponen seriamente en riesgo la concreción del Mundial de Clubes que la entidad anunció para disputarse en los Estados Unidos entre el 15 de junio y el 13 de julio.
El primero y principal es que esta semana cerró el plazo que había establecido la FIFA para recibir las propuestas por la licitación de los derechos de televisación. Y al parecer, los ofrecimientos están muy lejos de lo que pensaba recaudar la entidad que preside Gianni Infantino.
En resumidas cuentas, la FIFA determinó un gasto cercano a los 2 mil millones de dólares y pretendía recaudar con los acuerdos comerciales y de transmisión cerca del doble. Sin embargo, no le están dando los números por un inconveniente central: medios de comunicación de Europa y de Medio Oriente alegaron el serio problema de la diferencia horaria.
Claro, la FIFA, que si bien todavía no tiene confirmadas las sedes, tendría a su disposición la Conferencia Este de los Estados Unidos (porque la Oeste estará a disposición de la Copa Oro de la Concacaf). Con esa región, Europa y Medio Oriente tienen una diferencia de horas de entre 8 y 9.
Por lo que para que se puedan ver los partidos de los clubes europeos -que son los más rentables- deberían jugar, como tarde, a las 14 horas de Nueva York, Miami o Atlanta (por citar algunos ejemplos), que serían entre las 21 y 22 de Europa y Medio Oriente. Pero: ¿a cuánto asciende la temperatura entre junio y julio en el excesivo verano de los Estados Unidos? Eso también es una cuestión que hace que ese horario sea inviable.
Con este problema más que instalado, la FIFA no tiene, por lo menos por el momento, el sustento para empezar a hablar con los clubes clasificados sobre los premios que recibirán por el boleto adquirido y mucho menos las primas que se adjudicarán por objetivos conseguidos durante la competencia.
Y como si todo este problema fuera poco, las quejas de los jugadores y entrenadores por el calendario se está haciendo cada vez más frecuente y de personalidades realmente pesadas como Pep Guardiola, Carlo Ancelotti, Rodri Hernández -que incluso se lesionó recientemente-, Diego Simeone, entre tantos.
Para convencerlos de que se presenten para el Mundial de Clubes no hay otra alternativa más que lo económico y eso no estaría llegándole a la FIFA. Por lo que el certamen, a nueve meses de su inicio, está en duda.
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